1er Festival Llibertari Barcelona Poesia 2024

(sense premis ni comisaris)

POETAS EN POSE, VERSOS DE VIDRIERA

Potser no podem datar el moment en que l’ésser humà va ser conscient que podia fer versos, però no hauria de ser difícil emmarcar les dates en que la ciutat va iniciar un procés, ben planificat, que la va transformar en un parc temàtic, una trampa mortal per a les persones que hi viuen en ella, progressivament precaritzades, quan no directament expulsades; en què la cultura es va mercantilitzar completament, per esdevenir un producte més, del qual tampoc la poesia no va poder escapar, convertida en sentimentalisme, reallity show, text comprensible.

Considerem que evidentment ambdós fets estan relacionats, i ens neguem a no veure la realitat, i a cedir a una complaença cool i ovina. Per això, les ovelles negres hem decidit organitzar el nostre 1er Festival Alternatiu Barcelona Poesia (sense premis ni comissaris), amb l’antipoesia, la poesia popular i l’underground faranduler que sobreviu a la Barcelona gentrificada i de disseny, on l’aigua no cau del cel, ni els turistes, suficientment, dels balcons.

Un gran poeta francés y uruguayo que escribía en prosa dejó una frase célebre: “La poesía debe ser hecha por todos.” A juzgar por la cantidad de poetas que se ven hoy por todas partes, este ideal está cerca de ser un deber cumplido. Pero para eso habría que estar seguros de que todas esas líneas de texto cortado son poesía. El mismo poeta dejó otra frase menos conocida y mucho menos repetida: “Las ideas sobre la poesía son más importantes que la poesía.” Si es así, más importante que la exhibición de poemas y poetas es el pensamiento que suscite y las consecuencias que éste tenga. O podemos considerarlo al revés y comprobarlo en el entorno: cuanto más se ostenta la poesía, más la crítica, es decir la lectura, está ausente.

Nuestra época no lo creería, pero una celebración puede ser discreta. En los buenos tiempos de Stalin, los poetas bajo vigilancia del estado practicaban un pequeño ritual: se encontraban a solas, mejor dicho a escondidas, y uno leía a otro un poema que hubiera compuesto. Luego, juntos, lo quemaban en la estufa para que sus palabras no los comprometieran frente a la KGB. Muchos de esos poemas llegaron al futuro porque fueron memorizados y sólo impresos una vez acabada la época que los vio nacer. Eran poemas con consecuencias, precisamente por las ideas que implicaban y la crítica implícita en ellas. Si sobrevivieron y hoy pueden ser puestos como ejemplo y celebrados, es gracias a la discreción y el criterio de quienes, aprendiéndolos de memoria en el silencio, los hicieron inolvidables como aquellos encuentros clandestinos.

La crítica, entonces, no adopta necesariamente la forma académica del anàlisis literario. Más bien depende de la mirada y de la posición desde la que se alza la voz:

Que la poesía haga daño. Que meta la mano hasta arrancarte el estómago.

Que la poesía no sea hermosa ni nos haga acudir a teatros, a salas de actos pulidas y con sillas en fila.

Que la poesía provoque el vómito, la fiebre, que no nos deje dormir en mitad de la noche.

Que no venga después de ella el amor, la calma o una cena, que venga el hueco, la vigilia, el laberinto, el vagabundeo sin origen ni final.

Que no haya final después de ella, que agarre los ojos y los vacíe

para poder ver más allá de ellos.

Que ensucie el agua, la boca, la sangre, que bese la derrota, que rasgue la costra de la herida para que sangre.

Que duela, que duela hasta quebrar la hipocresía, la apariencia, que queme, que no sea ni un canto ni un suspiro, que tenga la fuerza rabiosa de la vida. No cantos sino gritos.

No son palabras sino gritos los que pongo ahora en tu mano.

La imaginación está cada vez más quebrada por las imágenes vacías, ya no es necesario soñar sino solo aceptar la mega felicidad que se ofrece en cada producto, en cada imagen, sigla, silaba y gesto. Nos turbamos cuando vemos nuestras caras en espacios espontáneos, sobre todo las miradas, y huimos, necesitamos ocultarlo, o eso creemos, o no estamos seguros de nada.


Mascara-trabajo
Mascara-mercancía
Mascara–abatimiento
Mascara-identidad
Mascara-rostro
Mascara-poesía

Que el virus se propague por todas las anclas burguesas y de los estados, que las manifestaciones premeditadas o espontáneas demarquen el caos de ésta hipócrita época envasada en barra de precio, y que su real protesta se proclame sin tregua alguna. Romper las barreras se hace lo único, llenar los espacios donde nada pasa. He ahí una posibilidad, o un sentido al cual atenerse.

La poesía no cotiza en la bolsa, no vuelve locas a un montón de personas en traje y corbata para que griten delante de pantallas. La poesía no es una marca con la que los pibes se sacan fotos en redes sociales y poses raras. La poesía no domestica, no nos pone una correa en el cuello a cambio de comida y manta. La poesía no compra armas para genocidios, ni drones para una guerra a distancia.

La palabra no se compra y por eso estamos en contra de esa exclusión estética de la que nos manchan. La poesía es rebelión y rabia.

QUE US BOMBIN A TOTS I A TOTES! Aquests seran uns dies de transgressió, de contestació al vostre model de ciutat, de cultura, de normalitat, i d’afirmació de la cultura i la vida popular, que mai podreu eradicar, per molt que us renteu les mans, com mostreu al vostre propi cartell: higienisme, o sentit de culpabilitat, davant la consciència de tenir les mans tacades? Nosaltres també ens les embrutarem, però amb la pols dels carrers, en els quals ens retrobarem amb totes les persones que hi vulguin participar, compartint versos, imaginació i protesta!

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